Ordenar el territorio alrededor del agua será clave en la formulación de los nuevos programas de gobierno regional, dicen expertos

Un llamado para que los actuales candidatos a alcaldías y gobernaciones tengan en cuenta dentro sus planes de gobierno las bases del actual Plan Nacional de Desarrollo y el cumplimiento a la Ley 388 de 1997, que pide a los municipios la protección del medio ambiente y los ecosistemas, el ciclo del agua, y los recursos naturales, hicieron este miércoles los invitados al conversatorio organizado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en el marco la estrategia del Gobierno Nacional, “Juntos por el Territorio”.

De hecho, el diálogo giró alrededor de la importancia de lograr un efectivo ordenamiento territorial alrededor del agua en la formulación de los nuevos programas de gobierno regional que por estos días preparan los candidatos a alcaldías y gobernaciones, para las elecciones de octubre próximo.

Antonio Avendaño, director técnico de Ordenamiento y Desarrollo Territorial del DNP, invitó a los candidatos a hablarse con los municipios vecinos, coordinar proyectos estratégicos que beneficien al mayor número de comunidades y conocer las apuestas que para la región tiene el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno Nacional 2022-2026, “Colombia potencia mundial de la vida”, aprobado en mayo pasado por el Congreso de la República.

“La transformación del Ordenamiento territorial alrededor del agua dentro del Plan Nacional de Desarrollo tiene una inversión de $28 billones para los próximos 4 años. El éxito en la ejecución de esta política en todo el país nos garantiza la subsistencia como especie humana. Cuidar las fuentes hídricas y organizar el uso del territorio en esa función le permitirá a un alcalde o gobernador, materializar mejor sus inversiones”, explicó Avendaño.

Y agregó: “El llamado a los candidatos es a que lean las bases del Plan Nacional de Desarrollo y los 372 artículos que lo componen. Esto les ayudará a ir preparando sus programas de gobierno de manera más estratégica, acorde con las inversiones que hará el Estado colombiano y con las necesidades de su territorio, pues el Plan integró más de 89.000 propuestas presentadas por más de 250.000 colombianos en los 51 Diálogos Regionales Vinculantes del año pasado”.

De hecho, el funcionario explicó que el objetivo de Planeación Nacional es convertirse en un aliado de los territorios mediante la cooperación técnica territorial. “El enfoque territorial no es diferenciar cómo se hace un ordenamiento para una región en particular, sino cómo una comunidad se apropia de ella y la complementa. Eso lo estamos haciendo, visitando los territorios y recogiendo las opiniones”, dijo Avendaño.

Por su parte, Alex Araque, investigador en temas de economía urbana de la Universidad Sergio Arboleda, advirtió que, si las regiones no ordenan el territorio teniendo en cuenta el agua, las zonas rurales y los ecosistemas naturales serán los más afectados.

“Hay que revisar bien cómo se ha entendido la ocupación del territorio desde que existen los Planes de Ordenamiento Territorial (POT). La ley 388 ordena que lo primero para tener en cuenta es la estructura ecológica, el candidato debe traer a la comunidad este tema para que este elemento de la protección del agua asea incorporado. Por ejemplo, son varios los páramos donde se está cultivando papa y eso se debe a un mal ordenamiento sobre cómo controlamos la ocupación”, resaltó el académico en el conversatorio.

Para Araque, los POT de los municipios debe convertirse en una política de Estado, tener una ejecución que pase de 4 a 12 años y que cada alcalde pueda tener la oportunidad de revisarlo.

“Lo importante para que eso sea posible es mejorar el un sistema de conocimiento y capacidad técnica que tenemos actualmente. El DNP no puede asesorar solo a todos los municipios y en esa misión son importantes las universidades que pueden ayudar a tomar mejores decisiones”, resaltó el investigador. Finalmente, la subdirectora de Planeación Territorial del DNP, Erika Londoño, concluyó: “Es importante que los candidatos y candidatas conozcan en realidad las características de sus territorios. Conocer la realidad poblacional, agraria, económica, cultural, social y geográfica, entre muchas otras, ayuda a que pueda proyectarse un ordenamiento territorial alrededor del agua serio, que supere los cuatro años de gobierno de un alcalde o gobernador”.​